El desvío de la N122, cada día más motivo de polémica

Pedro Félix García. Proponemos algo muy sencillo y económico para evitar los frecuentes accidentes que ocurren en el punto kilométrico 263 de la N-122.

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Acompañada del consejero de Fomento, Antonio Silván, del presidente de la Diputación, César Rico, y de la alcaldesa de Aranda, Raquel González, hace ahora exactamente un año, que la ministra de Fomento, Ana Pastor, visitó las obras de la variante de Aranda de la A-11 (Autovía del Duero) entre Fresnillo de las Dueñas y Castrillo de la Vega, y nos anunció la inminente entrada en servicio de los 13 kilómetros que vino a inaugurar de esta obra eterna, que nunca se acaba.

El gran fallo de ese punto kilométrico radica en que, en ese tramo de autovía, se ha construido un cruce perpendicular a la misma justo en el lugar en el que la autovía comienza”.

Nosotros ilustramos aquella noticia con un dibujo en el que, ya entonces y antes de su inauguración, calificábamos como puntos negros el comienzo y el final de este corto tramo de autovía.

Desgraciadamente, la cruda realidad ha venido a corroborar que en el cruce de ‘la mojonera de Fresnillo’ (punto kilométrico 263 de la N-122), se han producido sucesivos e innumerables accidentes, muy graves varios de ellos. Oficialmente ha ocurrido sólo una víctima mortal; ese número sería más elevado si nos olvidásemos de la normativa que considera como muertos en accidentes de tráfico sólo a quienes fallecen dentro de las primeras 24 horas.

El gran fallo de ese punto kilométrico radica en que, en ese tramo de autovía, se ha construido un cruce perpendicular a la misma justo en el lugar en el que la autovía comienza.

Si la salida de la N-122 o la incorporación a la misma hacia o desde Aranda de Duero dispusiese de carriles de deceleración y aceleración respectivamente, no se producirían allí tan fatídicos accidentes.

Pero debido a la provisionalidad de la obra y al deseo de ahorrar costes, no se han construido allí un paso a distinto nivel y un muy necesario carril de aceleración para incorporarse a la N-122 desde Aranda. Se ha resuelto con una chapuza; con un brusco cruce perpendicular (¡!) a la autovía, regulado, eso sí, por una señal de ‘stop’.

Hemos de reconocer que la señalización allí existente es totalmente correcta. La culpa de todos los accidentes que ocurren en aquel lugar es achacable siempre el factor humano. ¿Por qué ocurren allí tantos accidentes? La respuesta es evidente: porque no se respeta la señal de ‘stop’.
Compruébenlo ustedes mismos. Yo lo he hecho personalmente. No respetan el ‘stop’ por lo menos un 15% de los vehículos que, saliendo desde Fresnillo de las Dueñas, se dirigen hacia Soria. Intuyo que la inmensa mayoría de las infracciones que allí se producen las provoca un tráfico eminentemente local; vehículos conducidos por personas confiadas, que viven en el entorno y que están muy habituadas a circular por esa carretera.

Sería utópico pedir que ese punto kilométrico estuviese permanentemente vigilado por una pareja de la Guardia Civil.

Pero no es utópico pedir que ese punto kilométrico esté permanentemente vigilado por una moderna minicámara. Sería la solución para evitar las múltiples desobediencias que algunos conductores hacen al ‘stop’ colocado, desobediencias en las cuales, a su vez, radican las causas de esos accidentes que allí ocurren.

Por supuesto, tal cámara de vigilancia permanente habría de estar muy visiblemente anunciada para que todos los conductores supiesen que su posible infracción iba a ser grabada si transgredían el ‘stop’. Verían ustedes cómo, a partir de ese momento, nadie volvía a saltarse el referido ‘stop’.

Así pues, la solución para evitar la inmensa mayoría de los continuos accidentes que han hecho tristemente famoso ese lugar, es sencilla y además barata. Y si me apuran, ni siquiera haría falta instalar una cámara nueva. Bastaría con trasladar hasta allí la cámara que hoy se encuentra a pocos centenares de metros vigilando que no se produzcan agresiones vandálicas contra un radar que hay a la entrada de Fresnillo de las Dueñas en la antigua N-122. ¿Acaso no es más valiosa una vida humana que evitar que nadie apedreé el cristal de un radar?.

Si no se lleva a cabo solución tan sencilla y económica, habrá que deducir que falta voluntad política para salvar vidas por parte de las autoridades responsables de la seguridad vial en nuestra comarca. Así de dramático.

Este articulo fue publicado el 8 Marzo 08UTC 2016 a las 11:45 am y esta archivado en Es Noticia. Puedes suscribirte a los comentarios en el RSS 2.0 feed. Puedes escribir un comentario, o hacer trackback desde tu propia web.